Adiós a dos grandes

 

Alguna jam especial se ha debido montar allá arriba para que dos de los más grandes entre nosotros hayan querido unirse.

Me imagino a Jorge y a Robe haciendo el viaje, comentando con su sarcasmo poético el paisaje de un mundo que se nos escapa de las entendederas. “Lo que antes estaba mal ahora parece estar bien…” ¡No te fastidia!

Me imagino a Terry, en las puertas del Paraíso, dándoles la bienvenida con una sonrisa cómplice y un cubata en la mano.
—Venga, tíos, que empezamos. Os estábamos esperando… ¿y los demás?
—Se han quedado; aún piensan que una canción puede cambiar el mundo… —dice Jorge.
—¡Qué ingenuos! —apostilla Robe.

Y sí, algunos aún estamos aquí porque hace falta mucho valor para comprar el billete… y también porque nada se acaba hasta el final.

Jorge y Robe dejaron sus sueños dentro de una canción, sueños atrapados en el interior de una caja hermética que solo se abre con la llave de la imaginación, esa que se llevó, con su propia utopía, un tal Lennon hace ya casi medio siglo.

Me los imagino a ambos mirando el mundo por la ventanilla, exclamando, sin un ápice de resentimiento…

Ahí os quedáis…